Ante la gestión de una crisis resulta interesante tener presente algunos posicionamientos que, más allá de la gestión indicada en el plan de crisis, pueden ayudarnos a gestionar de forma más oportuna para la organización estas situaciones. Todos ellos deben ser tomados en cuenta antes de la aparición de la crisis y supondrían algo así como una salvaguarda para poder empezar a trabajar con mejores garantías.

  1. La percepción tiene tanta importancia como la realidad.
  2. Una buena gestión en la organización no tiene siempre porque tener una relación directa con la aparición o no de una crisis.
  3. Nuestro juicio no está en los tribunales, lo encontraremos mañana en los medios de comunicación.
  4. Nuestra prioridad es el negocio y la reputación de la organización no salvar el prestigio de unos directivos en concreto.
  5. ¿Hemos dedicado tiempo a pensar en lo peor que nos puede pasar?  ¿Hemos actuado a partir de ello? ¿Hemos planificado nuestras posibles actuaciones?