1. Si hablamos de periodismo digital no hablamos del futuro, estamos hablando del presente.
  2. La herramienta ha condicionado el producto. Los periodistas digitales hacen su trabajo de forma distinta a los periodistas analógicos. No tener esta visión nos conduce al fracaso.
  3. Los clientes (no creo que los podamos denominar lectores) consumen distinto, buscan de otra forma, tienen otra mirada sobre el producto periodístico.
  4. La promiscuidad mediática de los que consumimos medios digitales es muy alta. ¿Cómo hacer para fidelizar? Estamos posiblemente ante una de las piedras filosofales del negocio periodístico digital.
  5. El producto tiene un nuevo orden. No solo porque está en digital, también porque el cliente lo consume en espacios y plataformas distintas.
  6. La empresa digital es más ágil, próxima y interdisciplinar. Por tanto, menos vertical y más horizontal
  7. El modelo de negocio ha cambiado. Pocos son todavía los que han descubierto las claves del nuevo negocio digital. Pero aplicar las técnicas del negocio mediático analógico al ámbito digital no funciona.
  8. El periodista está más en el centro del producto. Es una pieza clave del nuevo modelo de negocio. No puede tener solo un visión de productor o de redactor.
  9. Hace unos años era muy claro el límite del producto periodístico. Hoy ha quedado difuminado. Hay demasiados productos digitales que pueden ser periodísticos aunque no lo parezcan.
  10. En conclusión, si hablamos de periodismo hoy debemos hablar de periodismo digital. El periodismo o es digital o no será.