Tengo la impresión que una escena como la que muestra la imagen (coches aparcados en doble fila) ya no nos generan ningún rubor. Se trata de una visión que se ha convertido en habitual en nuestras ciudades y pueblos y que a menudo la justificamos con un “son 5 minutos” o un “no pasa nada, total es un momento”. Dejar el coche en doble fila o aparcar en una zona destinada a minusválidos ya no es un problema del que avergonzarnos. Pero más allá de la situación (a mi entender cuestionable tanto ética como moralmente) me pregunto ¿qué es lo que comunica esta situación de nosotros? ¿Qué imagen ofrece la infracción tanto de aquellos que la hacen cómo de aquellos que la toleran? Yo creo que mala.

Una forma clara de conocer una sociedad es saber tanto como ha decidido organizarse como en que medida protegen y cumplen las normas de convivencia que se aplican. Una sociedad que incumple sistemáticamente este tipo de reglas (aparcar en doble fila, tirar basura al suelo, saltarse un semáforo en rojo o hacer sus necesidades en una esquina –ya sean de un humano o de un animal-…) explica al mundo mucho de ella. Comunica con claridad tanto como su arquitectura, sus monumentos, su cultura… La comunicación también son hoy aquellas pequeñeces que nos parecen intrascendentes. La comunicación se ha colado en el trastero de nuestro día a día. Aplico el sentido común que acaba siendo el más común de los sentidos: dime lo que haces y te diré que es lo que comunicas.