La comunicación de crisis es el conjunto de actuaciones comunicativas que debemos desarrollar cuando el conflicto, incidente, accidente… en el que nos hemos visto implicados (nuestra empresa, organización o institución) ha trascendido a los medios de comunicación (prensa, radio, televisión, redes y servicios sociales…). Si nuestro caso no sale en un medio de comunicación no estamos ante un hecho al que deban aplicarse los principios de la comunicación de crisis. Las crisis son crisis por su dimensión mediática. Sino, estamos ante un accidente, incidente, afectación… A la comunicación de crisis se le deben considerar cinco premisas básicas:

  1. Las crisis no son castigos divinos. Las empresas que hacen bien las cosas también tienen crisis. Por tanto, tener una crisis se constituye en parte de la actividad que debe prever una organización.
  2. Las crisis demandan soluciones comunicativas pero también técnicas. La comunicación es una herramienta imprescindible para resolver una crisis pero si no se hace nada para resolver la incidencia, por mucho que se comunique, la situación no se resolverá.
  3. La gestión de las crisis es también la gestión de la percepción. La realidad y la percepción se mezclan de tal forma que no podemos desconsiderar ninguna. La gestión de la percepción forma parte de la realidad en la gestión comunicativa de las crisis.
  4. El juicio mediático es el verdadero juicio. En una crisis los medios de comunicación imparten inocencias y culpabilidades. Salir en un medio de comunicación como presunto culpable es sinónimo de poseer la culpa mediática de la crisis.
  5. La argumentación que sostenemos para defendernos de las crisis debe ser positiva y propositiva. La justificación no solicitada, normalmente, indica una culpabilidad manifiesta.