Decía la madre de Forrest Gump, en la película del mismo nombre, que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar. Eso era en 1994. Haciendo un símil de la situación, respecto a nuestras vidas, podemos afirmar que las cosas han cambiado radicalmente. Tenemos más información y datos de los que habíamos tenido nunca y sabemos casi de todo. O sea, antes de escoger ‘un bombón’ podemos tener casi todo el conocimiento que deseamos. A pesar de ello, resulta difícil de entender que en una sociedad con más certezas que nunca estas no nos sirvan para prevenir muchas de las informaciones que ellas mismas aportan. En el momento de la historia de la humanidad en el que tenemos más información nos tenemos que preguntar si sabemos aprovecharla para constituirnos en una sociedad mejor.

Cuando todos los estudios científicos muestran que quienes fumaron durante toda su vida murieron una década antes que aquellas que nunca lo hicieron y cuando se sabe que el tabaco mata hasta a la mitad de las personas que lo consumen y no lo deja y que cada año fallecen más de 8 millones de personas en el mundo a consecuencia directa del consumo de tabaco, de los cuales cerca de 1,3 millones son no fumadores que están expuestos al humo ajeno, en 2021 se batió el récord de fumadores en el mundo llegando a los más de 1.140 millones de fumadores activos, cuando en 1990 no llegaban a los 1.000 millones.

España se mantiene a la cabeza de la Unión Europea en consumo de cannabis a pesar de que está demostrado científicamente que ocasiona trastornos emocionales como la ansiedad o la depresión y de la personalidad, enfermedades bronco-pulmonares y determinados tipos de cáncer, trastornos del ritmo cardiaco, psicosis y esquizofrenia. O sea, una pandemia que cada año dilapida buena parte de nuestro talento.

Otro tanto pasa con los móviles y los accidentes de tráfico. El uso del móvil al volante multiplica cuatro veces el riesgo de sufrir accidentes de tráfico. Según las estadísticas, uno de cada tres accidentes con víctimas fatales se produce a causa de una distracción del conductor y las distracciones al volante, en las que se engloba el uso del móvil, son ya la principal causa de accidentes mortales. Debemos tener en cuenta que cada año mueren en el mundo 1,35 millones de personas. Esto significa que cada 26 segundos muere una persona en el mundo a causa de un accidente de tráfico. Y seguramente os pasa como a mí, en el que no hay día en el que no vea a alguien que manipula su teléfono móvil mientras conduce.

O sea, que en el momento en el que disponemos de más información y más conscientes podemos ser de ella, menos caso le hacemos. Y entonces ¿de qué nos sirven todos esos datos? Y después decimos que los humanos no somos raros, incongruentes y estúpidos. ¿Eran necesarias estas alforjas para este viaje? Incomprensible.